Partido Popular

Feijóo relega a la fundación para la batalla ideológica que creó Casado: ninguna foto en 100 días

Feijóo fundación Casado
Suárez Illana y Pablo Casado en una imagen de archivo. (Foto: PP)
Segundo Sanz

La nueva dirección del PP con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza ha orillado a la fundación Concordia y Libertad, creada por el anterior líder del partido, Pablo Casado, para dar la batalla ideológica. En estos 100 días de mandato de Feijóo no se ha producido ningún acto público del presidente de los populares con dicha fundación.

Pese a la diversidad de organizaciones externas y estructuras internas con las que se ha reunido Feijóo en estos meses, no ha habido ningún encuentro ante las cámaras con este think tank que Casado dejó a los mandos de Adolfo Suárez Illana, hijo del ex presidente Suárez y actual secretario cuarto de la mesa del Congreso de los Diputados.

Casado creó esta fundación en octubre de 2018 -apenas unos meses después de convertirse en presidente del PP- para que se convirtiera en el laboratorio de referencia de los populares. La fundación FAES que preside José María Aznar quedó desligada del partido en 2016, dejando así de percibir las subvenciones públicas que le correspondían. Concordia y Libertad pasó a recibir tales asignaciones.

En la presentación de Concordia y Libertad, Casado destacó que sería la «heredera de las fundaciones con tradición en el PP». Una fundación «con los estudios económicos que abanderó FAES, la profundización en las instituciones de la Fundación Cánovas del Castillo, la vertiente internacional atlantista de la Fundación Popular Iberoamericana y el estudio de las políticas públicas de solidaridad, Estado del bienestar y cooperación internacional de la Fundación Humanismo y Democracia», destacó.

Redes

Sin embargo, desde semanas antes del Congreso del PP que encumbró a Feijóo, la Fundación Concordia y Libertad no registra actividad en redes sociales, pese a tener presupuestado todo el ejercicio de 2022. Para entonces, Casado ya había cedido el testigo de facto y el partido andaba inmerso en la votación de su nuevo líder. En cambio, hace ahora un año, por estas fechas, el propio Casado participaba con Suárez Illana y la fundación Concordia y Libertad en una jornada de preparación de la Convención del PP, con sus mesas de debates, que fue clausurada en Valencia en el mes de octubre. Casado remarcó que impulsaría una Ley de Concordia en sustitución de la controvertida Ley de «Memoria Democrática» de Pedro Sánchez.

Sin embargo, tras la crisis interna vivida por el partido, el Congreso Nacional extraordinario del pasado abril en Sevilla, que puso fin a la misma, no acogió ningún debate sobre los ejes políticos y principios ideológicos de la formación, ya que, según esgrimió el PP interino, el artículo 32 de los Estatutos fija que «en los Congresos extraordinarios no será obligatorio el debate de ponencias». También se alegó falta de tiempo. No obstante, Cayetana Álvarez de Toledo, ex portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, sí llegó a pedir «una profunda meditación estratégica e ideológica».

El hecho de que en el cónclave de Sevilla no hubiera debate ni aprobación de ponencia Política, de Organización o de Estatutos, como ocurre en los Congresos ordinarios, hizo que no se instalara ningún stand de la fundación Concordia y Libertad, como tampoco de otras estructuras afines al partido, como Mujeres en Igualdad, según explicaron a OKDIARIO fuentes próximas a Suárez Illana. No obstante, el diputado del PP y presidente de la fundación sí que asistió al Congreso de Sevilla.

Oficina

Precisamente, apenas unos días antes del XX Congreso nacional, desde Génova ya avanzaron que el nuevo presidente crearía un think tank con aportaciones de expertos, empresarios y de la sociedad civil para armar propuestas en el ámbito económico, social e internacional. Un órgano discreto, con un coordinador y al margen de la estructura del partido. Es decir, una Oficina del Presidente o «comité asesor ajeno a la estructura orgánica del partido que se encargará de canalizar aportaciones de personas de fuera de la política activa», apuntó el PP interino.

«Aunque la Oficina tendrá un claro componente económico, también servirá de punto de encuentro en propuestas de otra naturaleza de tipo social o incluso de política internacional. Es decir, funcionará como un think tank que ayude a atraer talento y a recibir aportaciones programáticas de alto nivel. Además, pese a que contará con integrantes fijos, su composición será dinámica y estará abierta a colaboraciones puntuales externas en temas concretos», añadió el partido entonces.

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